
Todos estamos seguros que la tranquilidad nos hace vivir mucho mejor, aunque no parece frecuente en tu día a día. Incluso, te resulta poco habitual escuchar hablar de bienestar. Y es que la vida actual, se caracteriza por tener un enfoque que comunica: Trabajo constante, sacrificios, y darlo todo para obtener la felicidad. Por lo tanto, te invito a preguntarte ¿es posible ser feliz sin sentirse bien? ¿Acaso la felicidad no implica confort?
Para llegar al éxito requieres de tres factores importantes, conceptos que son el a,b y c para lograr lo que te propones: tiempo, energía y la gestión del estrés. Este último, en algunos casos puede convertirse en el más complicado de optimizar, pues las causas del estrés pueden ser muy variadas, y si no cuentas con la motivación o inspiración necesaria, puedes llegar a afectar tu salud física y mental. Además, una de las consecuencias del estrés es que tiende a pasar de la vida profesional a la personal.
Es necesario que adquieras herramientas que puedan servirte para controlar el estrés y reactivar la cadena de factores para el éxito; si dedicas tiempo a manejar esa tensión, aumentarás tu nivel de energía, ya que te desgastarás en menor medida; te será más fácil organizar tu tiempo porque rendirás más y mejor.
Pero ¿cómo se aprende a estar bien para vivir mejor? a continuación te comparto 3 consejos para vivir con mayor tranquilidad en esos momentos, cuando parece que no hay salida.
Simplifica tu enfoque
Sé que al inicio de tu día tienes un montón de cosas pensadas por hacer, y que algunas de ellas requieren de mayor esfuerzo, por lo tanto, cargas con preocupaciones durante un largo rato, hasta que llega el momento de llevarlas a cabo. No gastes tu energía pensando en esas tareas antes de tiempo. Configura tu mente, piensa sólo en lo que estás realizando en este momento. Te aseguro que pronto te darás cuenta que cuando lo haces con un enfoque simplificado resulta mucho mejor, y que las siguientes labores te serán más llevaderas.
Práctica tu propio optimismo
Es muy sencillo que caigas en pensamientos negativos, e incluso, si no lo tienes, habrá quien te los transfiera. Por eso debes generar una barrera que impida entrar todo lo que pueda llegar a influir de una mala manera, esa muralla puedes construirla recordándote a ti mismo el por qué haces lo que haces. Cuando recuerdes cuál es tu objetivo, llegará la motivación para continuar y ver todo con un tinte más cálido.
Toma distancia y analiza
Bien recordarás esos momentos en los que tuviste un alto nivel de estrés, y sabrás que cuando ves desde lejos esas circunstancias, pueden llegar a resultar de muy poco interés, o incluso cómicas. Y esto pasa porque dejas que tu mente imagine escenarios fantásticos llenos de catástrofes. Cuando sientas esa sensación de estrés, toma distancia y cuestiónate ¿esto será relevante dentro de una semana? Esto te brindará mayor tranquilidad y la solución al conflicto te resultará más sencilla.
Aplica estos 3 consejos en tu vida diaria, toma la decisión de hacer estos cambios al momento de sentirte sobrepasado, en circunstancias de estrés y ansiedad.